jueves, 19 de diciembre de 2013

La Copa nos regala sus sorpresas de siempre.


 Aparecieron los primeras división en las rondas eliminatorias de la Copa del Rey y con ellos el trofeo adquiere otro carisma. Como siempre, la Copa del Rey suele ser competición donde se reivindican los menos poderosos económicamente hablando, que suelen competir en categorías inferiores.

El martes un abonado a las sorpresas coperas siguió ejerciendo su condición de matagigantes copero; el Alcorcón. Y es que el simpático y humilde equipo madrileño volteó contra todo pronóstico una eliminatoria que traía muy complicada de su feudo ante todo un primera división como el Granada. El 0-2 final que se registró en Los Cármenes granadino enjugó el mismo resultado obtenido en el Santo Domingo madrileño por el equipo andaluz a su favor. Al final la lotería de los penaltis sonrió al más humilde y el Alcorcón podrá seguir acrecentando su merecida fama de matagigantes, esta vez ante el Español de Barcelona en octavos de final.


Pero, sin lugar a dudas, el sorpresón vino de la mano de un histórico venido a menos, el Racing de Santander. Los cántabros, actualmente en 2ªB, inmersos en una de las peores crisis de su historia, dieron la campanada eliminando a uno de los gallos de la primera división española como es el "europeo" Sevilla FC. Si ya es meritorio que un segunda elimine a un primera, que un segunda B elimine a un equipo de los más poderosos del fútbol español, disputando actualmente competiciones europeas, se puede tildar de proeza.


Otro segunda B bordeó la sorpresa histórica ante otro equipo de primera división y con condición europea: el Lleida, que a punto estuvo de remontar la eliminatoria en el Benito Villamarín ante el Betis. Al final pasaron los verdiblancos de milagro. De todas formas, habría que matizar que ésta hubiese sido menos "machada" que la protagonizada por el Racing pues el Real Betis se encuentra en un momento deportivo alarmante, su condición de colista destacado  y un cambio de entrenador que no ha gustado a la afición hace que las aguas del Guadalquivir bajen muy revueltas por el barrio heliopolitano de Sevilla.

Aquí os dejamos un cuadro con los supervivientes de los dieciseisavos de final y los cruces de octavos.

  
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